—¿Qué sucede? ¿A dónde van? —les preguntó Emilse a las que iban marchándose.
—La sacerdotisa de Áurea ha fallecido, se llevará a cabo la ceremonia de sepultura en el santuario —expuso, para luego seguir su camino.
Al oír esto, Izan cerró los párpados y exhaló con pesadez.
—Una tragedia tras otra,