Isaac cargó a Minerva en sus brazos y la llevó a Áurea. Se dirigieron al santuario y la recostó en la habitación de Serena. La herida en su vientre era bastante seria y, aunque hubiese modo de salvar su cuerpo, no había modo de salvar su alma, pues ya se había corrompido.
Andrómeda pensó que la exs