La castaña lo miró con desazón. Aunque entendió la posición de Dannon, le agobió su actitud hostil. Temía a que se dejara cegar por su odio y que arriesgara su propia vida con tal de conseguir su venganza.
Unos segundos después, escucharon que alguien tocó la puerta.
—Alfa —la voz de Izan atravesó