Parte II Capítulo 34. Un día a la vez

Alec estaba preocupado por su esposa, la comida había llegado y ella aún no salía de su baño, sentía el agua correr, tocó la puerta y al no obtener respuesta abrió. Emma estaba sentada en el piso de la ducha con el agua cayéndole encima, con una maldición Alec cerró la llave y se dio cuenta de que la caliente se había acabado y lo que caía sobre su esposa era agua fría. La cargó y la sentó sobre el inodoro tomó una toalla y la secó. Estaba helada y pequeños temblores recorrían su cuerpo. Emm lo dejo hacer, el cansancio se había apoderada de ella y sentía que no tenía fuerzas ni para moverse. Alec volvió a levantarla en brazos y la llevo a la habitación, quitó el cubrecama y la acostó, la envolvió en las frazadas para hacerla entrar en calor. Se desnudo con rapidez, se metió en la cama con ella y la abrazó, de esa forma entraría rápido en calor. Emma metió la cara en su cuello

―Lo siento, Emma, no sé qué decirte, si es mi hijo no puedo abandonarlo ni dejar que otra persona lo críe.

―Nu
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