Miguel miró al hombre, no sabia como interpretar lo que le estaba diciendo. Su mirada vago desde su rostro hasta sus hombros, pecho y manos.notando un liquido pegajoso que lo alarmo.
—Oh, hey, estás sangrando. —apartandose de el, corrió al baño. Agarró una toalla de mano, la mojó y luego corrió hacia la otra habitación.
Miguel apretó la toalla contra la herida del brazo de Valentino. Su mente estaba a mil revoluciones por segundo, asi que entre tantas coasa que queria preguntar solo logro decirle.
—¿Cómo? —Mientras trataba de conrolar sus emociones
Valentino sabia que tenia que darle una explicacion pero el salon aun estaba lleno de sus hombres. Apreto la mano de Miguel mientras se volvia para dar instrucciones para que despejaran el lugar y sacaban los cuerpos sin vida. Tomo a Miguel de la mano y camino hacia su dormitorio. Una vez cerrada la puerta, no pudo contenerse mas tomo al joven en sus brazos, sintio como Miguel se estremecia pero en ningun momento le aparto sino que se a