Había intentado convencerla por todos los medios posibles, pero comenzaba a descubrir que Meredith era una chica bastante firme.
—No es mi problema —había dicho —les conseguí la información que pude y hasta ahí los vos a ayudar.
—Creo que necesitaremos más de ti —le dijo Jefferson y ella puso los brazos como jarras.
—Ya les dije…
—Levame a mi —le interrumpió y todos fruncimos en ceño —en un mes, cuando obliguen a otra sirena a hacer el rapto yo iré.
—No —le dije poniéndome de pie —es muy peligroso —el asintió.
—Lo sé, pero es la única forma de salvar a Walter —Jhon, que permanecía parado inmóvil en una esquina se acarició el mentón.
—La sirena tiene razón —dijo —lo mejor es encontrar el remitente e intercambiarlo por él.
—¿Y si no lo encontramos? —le preguntó Jefferson con las manos en el aire y el muchacho se encogió de hombros.
—Pues ya veremos, pero aún hay un mes —Jefferson y yo nos miramos, Walter tenía cáncer, no tendría un mes. Me recosté pesada mente en el sofá mientras me apr