Por otro lado, un par de revoltosos chicos se habían puesto de acuerdo para lograr saber lo que sucedería con Heather y Vanessa. De hecho, Kennedy se había encargado de camuflar un micrófono en la ropa de Vanessa, con el fin de estar al tanto de lo que podría pasar con aquellas peligrosas mujeres e «intervenir si fuera necesario».
—Por favor, hagan silencio— ordenó Kennedy con ganas de escuchar lo que Heather y Vanessa decían. Todos asintieron y se inclinaron con la intención de oírlas.
—Esperen, ¿esa es la voz de mi papá? — preguntó Eleonor revelando de su rostro la sorpresa que inundaba su ser ¿Qué hacía su padre en compañía de Vanessa?
—¿Y la voz de la madre de mi hermano? — cuestionó Marcelo observando incrédulo a Paolo. Y sí, él aún se rehusaba a ser r