44.
MEGAN
Para cuando despierto lo primero que hago es ver a mi alrededor encontrándome absolutamente sola. Jude no aparece, sus cosas no están en la mesa junto a la cama donde las dejó la noche anterior y aunuqe quisiera decir que me sorprende, no lo hace.
Toda su familia está aquí, al menos los que importan. Su abuelo, su madre. Seguramente fue a chequearlos a ver cómo estaban y no es para menos.
Cuando nos buscaron los paramédicos de la mansión ni siquiera sabíamos si el abuelo iba a sobrevivir o no. De hecho, yo todavía no lo sé así que estoy en ese limbo, rogando porque al menos ese hombre sobreviva.
A sabiendas de que solo estoy aquí para observación, abandono la cama buscando mi ropa. Una vez que estoy lista, intento arrelarme un poco el pelo aunque no hay mucho que pueda hacer sin cepillo ni todos los productos a los que estoy acostumbrada por lo que me doy por vencida.
Realmente no sé si debo esperar a que me den el alta o no, pero cuando salgo me aseguro de llegarme por el puest