41.
41.
JUDE
Mi desesperación es notoria y la verdad es que no me importa quedar como un maldito imbécil que no puede vivir sin una mujer porque es la realidad. Ya probé el sabor de perder a Megan, varias veces, incluso de perderla de este mundo y sé que no podría vivir sin esa mujer, por eso, cuando veo que mi primo levanta el arma contra ella, caminando en su dirección completamente enceguecido, me desespero tanto que me coloco frente a ella sin importar las consecuencias.
Frente al arma, miro a mi primo directo a los ojos, quien a pesar de estar sufriendo, porque lo veo, se ríe al verme.
—Eres una perra con suerte.
Frunzo el ceño.
—¿Qué mierda pasa contigo, Jason? ¡Estás demente!
Sacude la cabeza.
—Estoy herido. Como él—dice, desviando el arma a mi padre, disparando sin decir absolutamente nada.
Los gritos, los quejidos, los gemidos de sorpresa e incluso el sonido del arma al ser disparada dentro de casa, nos deja a todos en estado de shock mientras mi padre cae, aferrándose a su brazo