36.
JUDE
Toco dos veces más la puerta, con insistencia, pero igual que los últimos cinco minutos que llevo tocando, no obtengo respuesta.
No quería llegar al punto de tener que invadir su privacidad, porque sé gracias al personal de la entrada que se encuentra aquí, me veo en la obligación de sacar mi llave de repuesto.
Apenas pongo un pie dentro de este espacio noto que las luces están apagadas y solo las cortinas de la sala están abiertas, lo que me permite ver un poco el camino hacia allí.
La cocina está impecable lo que me deja saber que nadie la ocupó desde hace tiempo porque incluso a la distancia puedo notar el polvo.
A paso indeciso camino por los alrededores, sin sentir ruido alguno, llegando al sofá de la sala donde doy un brinco al notar a Megan echa un ovillo en el sofá, con los abiertos, pero la mirada perdida hacia el ventanal, observando las aves ir y venir.
Se nota que no ha podido descansar, que ha llorado y que incluso está sufriendo lo que no es para menos. Y la verdad