James sale del auto casi corriendo, me abraza delante de la mirada desaprobatoria de mi novio. Pone los ojos en blanco, sonríe, me besa la frente y descansa su barbilla sobre mi cabello.
— ¡Te extrañé! – subo la vista y sonrío —. Despídete, ya es hora – me señala con el mentón hacia Jonás y salgo de sus brazos para besarlo.
— Nos vemos en la tarde – asiente y me besa en los labios de una manera tan dulce que mis rodillas tiemblan.
— Extráñame, vuelve pronto – asiento, estoy sin aliento.
Me alejo de sus brazos con un suspiro y entro al auto, mi hermano cierra la puerta, gira y levanta la mano pinchándolo.
— ¡Nos vemos Chico Malo, mejórate! – Jonás le enseña el dedo corazón y este muere d