Eres la parte de mi que proporciona la fuerza y el temple que necesito para salir adelante y aunque no pueda verte, soy tan tuyo que invades mi ser como el mejor recuerdo de mi amor...
— ¡Vamos chico malo, debes darle tiempo! – niego —. Sabes que es algo difícil de digerir, no es como destrozar un auto o golpear al sujeto que la pretende siendo tuya ¿entiendes? – niego de nuevo.
— No amigo mío – digo mirando un punto ciego en la puerta de la habitación —, es mucho más que es, es algo que ella jamás podrá olvidar ¡mis malditas manos llenas de sangre! – restriego mis manos en el cabello despeinándolo por completo. — Pienso que exageras la nota, ella es más fuerte de lo que crees Jonás y te ama con locura, jamás vi algo así – sonrío recordándola, es mi Muñeca. — ¡Veremos que pasa! – me siento alerta, hay alguien fuera, lo presiento y Robert también. Tapo mis labios con el índice y hago una seña