Capítulo 25. Confusión.
Desde ese momento, Samantha intentó estar más alerta. No quería que la volvieran a tomar por sorpresa, pero le resultaba imposible tener los ojos puestos en todos lados.
Una noche, Fletcher tuvo que quedarse en la oficina a terminar de rellenar unos formularios fiscales mientras ella se encargaba de la caja.
Se ocupaba de cobrar cada consumo al tiempo que revisaba los currículos y las propuestas de varios artistas y cantantes que atendieron a la solicitud que había enviado a un diario local. Deseaba inaugurar pronto la temporada de espectáculos en vivo.
Por estar pendiente de esa tarea no se fijó que alguien se había acercado a la caja y se inclinaba en el mesón para quedar cerca de ella.
—Señora Lennox.
Se sobresaltó apartándose un paso. Miró con terror a Luter, un sujeto delgado, de estatura mediana y cara de rata que había cruzado los brazos sobre la mesa y le dedicaba una sonrisa cínica.
—Vaya, pensé que los chismes eran mentira.
Ella repasó con rapidez los alrededores. Luter trab