Capítulo 27: Adiós Amelia.
La habitación quedó envuelta en un silencio tenso, solo interrumpido por la respiración agitada de Marcus y los sollozos ahogados de Beatriz. Sus ojos se encontraron, compartiendo un silencioso intercambio de miedo y desesperación mientras consideraban mis palabras.
—Marcus... vámonos —susurró Beatriz con miedo, sus ojos reflejaban el terror que había sembrado en ella.
—Ya que no piensan responder —en un movimiento rápido y preciso, saqué mi navaja de bolsillo y la lancé con letal determinación, rozando la cabeza de Beatriz.
—Tú serás la primera a la que capturé —mi voz sonaba fríamente calmada mientras ella, con manos temblorosas, arrastraba a Marcus hacia la salida como si su vida dependiera de ello.
A través de las cámaras de vigilancia, disfruté viendo cómo corrían por los pasillos y observé cómo la desesperación llenaba cada rincón del hotel.
Al llegar al estacionamiento, Marcus se detuvo de golpe y sacó su celular, intentando desesperadamente un último intento de salvación. Pero