Escuché los pasos detrás de mí, una sensación de pánico inundó mi mente ya nublada por el alcohol que había consumido, caminé un poco más rápido para poder llegar a la parada del autobús, sin embargo, mis piernas ya temblaban demasiado y la carretera parecía alargarse más y más frente a mí.
La imagen de Adam apareció en mi mente, traté de mantenerme en una pieza y no llorar o correr, aunque realmente quería hacerlo.
Quizá simplemente era el miedo que solía tenerle a la oscuridad después de todo lo que pasó hace algunos meses, tal vez estaba siendo demasiado paranoico y era alguien más caminando tranquilamente en la misma dirección que yo, sin ninguna otra intención. Podría ser.
Luego de algunos minutos llegue a un área más concurrida, la sensación de