Capítulo 26

Camila

Era de imaginarse, esos patanes están cortados con la misma tijera. Su pasatiempo de seguro es visitar a esas bandidas en la calle, que sinvergüenza.

—Señorita, aquí está su ropa. Si desea puedo acomodarla de inmediato, mientras usted baja a almorzar. El señor Franco está aquí.

—Muchas gracias, Lola.

—Oh, también dejaré en su closet un vestido que trajo para usted.

Salí de la habitación y bajé las escaleras, tenía afán por verlo y decirle lo de mis padres.

—Señor Franco, estaba esperándolo.

—También necesito hablar con usted, Camila Edwards.

—Quiero decirle, que necesito que deja a alguien a mi disposición para cuando necesite algo, porque hoy necesitaba que alguien fuera a casa de mis padres y…

—No di la orden, aquí se hace solo lo que yo autorizo.

—Pero usted me dijo que yo lo resolviera y…

—Le dije que solo yo soy las ordenes, me refería a que usted sola por sus medios lo resolviera; de paso le digo que tiene prohibido gritarle a mi personal, menos encargarles otras activida
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App