Mi intervención cortó el aire pesado: "Bueno, creo que es mejor que empecemos a comer antes de que la comida se enfríe."
Mientras nos sentábamos para compartir la comida, predominaba el silencio. Mis ojos se fijaban en la comida frente a mí, pero mi mente estaba inquieta. Hunter, a mi lado, se mantenía reservado, observando con ojos atentos cada gesto alrededor de la mesa.
Caleb nos miró a ambos con una sonrisa enigmática, rompiendo el silencio. "La vida es realmente una caja de sorpresas, ¿verdad?"
Las miradas se cruzaron entre Hunter y yo, ambos curiosos sobre lo que Caleb tenía en mente. Hunter, con su expresión normalmente seria, no tardó en preguntar: "¿Qué quieres decir, Caleb?"
Caleb inclinó la cabeza, manteniendo su sonrisa intrigante. "Siempre los imaginé a ustedes dos juntos, como una pareja. Hunter, el Rey Alfa, y Fierce, su Luna."