Capítulo 71. Un encuentro interrumpido.
Alejandro tomó un momento para reflexionar mientras miraba el teléfono, pensando en aceptar o no la llamada. Pronto llegó a la conclusión de que era mejor no responderle al padre de Amelia, de esta manera lo lograría desesperar y después de todo eso era lo que quería.
Con una sonrisa maliciosa, Alejandro hizo un gesto a Trevor.
—Dile al señor Vega, que no puedo atenderlo, —ordenó con voz alta y fría—, porque voy a estar con mi esposa y mi hija —concluyó Alejandro en voz alta, asegurándose de que Trevor escuchara su mensaje.
Luego le pasó el teléfono a su asistente sin añadir nada más, dejando claro que no estaba dispuesto a hablar con él.
Trevor, sorprendido por la frialdad en la voz de su jefe, asintió y transmitió el mensaje.
Un momento después, Alejandro se quedó solo en la oficina, sintiendo una mezcla de satisfacción y ansiedad, deseaba ver a cada uno de las personas que le hicieron daño a Amelia padeciendo, y aunque jamás podía compararse lo que sufrió Amelia con ellos, por lo