Jasper.
Lucía terriblemente molesta de que la hubiese cortado ahí fuera. Tanto que se olvidó de lo que tenía que decirme cuando entramos en la casa. La agarré de la mano y tiré de ella hacia el sótano. Mi madre tenía preparado un pequeño bunker ahí abajo por si las cosas se ponían feas.
Presioné el botón del sótano y el número secreto para llegar a esa zona de la mansión y luego tiré de ella para llamar su atención.
- ¿Qué querías decirme? – tragó saliva, incómoda - ¿qué es eso que querías dejarme tan claro?