Victoria.
Estaba cayendo a un pozo abismal de no retorno al seguir frecuentando a Jasper Toro, más si lo deseaba de esa forma ansiosa en la que lo hacía. Sabía que en algún momento todo se descontrolaría, un gran caos tendría lugar y perdería, pero ... estaba ciega por ese sexo peligroso que él me ofrecía.
Ni siquiera me di cuenta en ese entonces que todo estaba a punto de explotarme en la cara.
No podía dejar de pensar en él, en los besos que acabábamos de darnos, su perfume aún estaba en mi cuerpo e inundaba mis fosas nasales. Recordaba su sonrisa después de nuestra despedida y