Jasper.
¿Cómo podían las cosas haberse salido de control de esa forma?
¿Por qué no fui más cuidadoso y colgué el maldito teléfono después de hablar con Evans la noche anterior?
No podía dejar que me entregase a los federales. Así que... ¿qué podía hacer? Estaba atado de pies y manos.
La miraba de reojo, estaba a tan sólo un metro de mí. Si alargaba la mano en ese justo instante... la rozaría.
¡Dios! ¿Cómo se me ocurrió ped