El Debate y las Preguntas Inesperadas
Los días comenzaron a pasar, y aquellos breves días de descanso en Washington DC habían llegado a su fin. Respire hondo, el aire del aeropuerto cargado de la anticipación de la partida. Caminé por la terminal, lista para dirigirme hasta la salida, donde una avalancha de reporteros, paparazzis, escoltas y policías esperaban ansiosamente. Eran muchas personas, todas esperando una entrevista, una declaración, un titular.
__Candidata, ya está todo listo para irnos__dijo Katherine, mi jefa de personal, su voz tranquila y eficiente.
Le agradecí con una sonrisa mientras guardaba mi móvil. El camino hacia el hotel era normal, lento y agradablemente silencioso dentro del coche blindado. Esperaba con toda el alma entrar a mi habitación y descansar, sumergirme en el silencio de mis propios pensamientos. De repente, mi celular comenzó a explotar en mi cartera.
Había un sinnúmero de notificaciones en todas mis redes sociales, mensajes de personas del medio pidi