Melisa comenzó a ir a la empresa y mantuvo su posición de mantener distancia entre ella y Daniels, quien empezó a comportarse muy extraño.
En las reuniones no el quitaba la mirada de encima y una rosa empezó a llegar cada día a su oficina, con una nota "Una rosa por cada lagrimas que has derramado, hasta que logres perdonarme"
¡Por Dios!, que creía que una rosa iba a borrar su engaño, esto solo hizo que lo odiara mas hasta que decidió ir a confrontarlo.
- Si que eres descarado, como te atreves a enviarme rosas y hablar de perdón, jamás te perdonare.
- Hablemos.- le pidio
- No tengo que hablar nada contigo, y deja de molestarme, ya hable con un abogado ya que tu no lo has hecho, para que ini