Esa noche Daniels y Melisa durmieron abrazados, ella escuchando los latidos del corazón de él, y tener la certeza que latía por ella.
Esa noche otra pesadilla la sacudió y comenzó a gritar y llorar, pues estaba reviviendo el dolor de la perdida y los brazos de Daniels la envolvieron y cuando escucho la voz de el pudo salir de la horrible pesadilla y se deshace en llanto al hacerse de nuevo vivido y real su perdida y de esta manera el dolor se hace punzante y sangrante en su alma pero al conectarse con esos hermosos ojos grises le prodecen paz y consuelo a su alma.
- Melisa nos tienes a Mateo, Belén y a mí, tenemos nuestra familia- le reitera.
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