Capítulo 34. Verdades en Alta Mar.
POV Jeremy.
El artículo de Claudia Solís, aunque sutil, había prendido la mecha. Los inversionistas más tradicionales, aquellos que valoraban la estabilidad familiar por encima de todo, empezaron a murmurar.
Joseph Walton no era de los que toleraban la insubordinación, y yo lo sabía. Mi juego de venganza estaba resultando más costoso de lo que había previsto.
Mi abogado, el señor Romero, me llamó para una reunión urgente en su oficina. Su semblante era grave.
—Jeremy, la situación con la señora Mía se está complicando —comenzó, ajustándose las gafas. —Su abogado presentó una moción para congelar algunos de tus activos argumentando que estás intentando evadir responsabilidades conyugales.
Sentí un escalofrío. —¿Congelar mis activos? ¿De qué habla? ¡Eso es una locura!
—Ella argumenta que, con su reciente descenso en la empresa, usted podría intentar ocultar fondos o transferir propiedades para evitar la división equitativa —explicó Romero, su tono era puramente legal. —Su abogado ha sid