Billie tocó varias veces la puerta, una señora alta salió por ella, la miró extrañada
—Hola, ¿qué deseas? —preguntó, Billie pasó sus manos por sus jeans.
—Estoy buscando a Alan—la señora la miró con una sonrisa.
— ¿Eres su novia?
—No, no, sólo somos amigos—respondió, la señora asintió.
—Claro—respondió—. Pasa, yo lo llamo.
Billie pasó y se sentó en el sofá esperando a Alan quién bajó las escaleras y llegó a la sala