Ryden
No puedo creer que la haya arruinado de esa manera. Maddox es consciente de que estoy furioso con él; lo empujé fuera como castigo. Habría podido hacerle daño, no intencionalmente, pero sé que en ese estado habría podido herirla o asustarla, haciéndola odiarme.
Me enjuago la sangre; Lucas me dio un buen golpe, hay que admitirlo. Si Lucas no la hubiera sacado de allí, Maddox la habría marcado y poseído en el acto. Y de alguna forma, no creo que esa sea la manera en la que ella querría perder su virginidad, ni el recuerdo que desearía tener de ese momento.
Al salir, me enrollo la toalla alrededor de la cintura, y un alivio me recorre al verla de nuevo en nuestra habitación. No huyó; en parte esperaba que fuera a esconderse en su antigua habitación.
—Volviste —la saludo.
—Por supuesto que sí. No me asustas tan fácilmente. Claramente olvidas quién es mi madre. Nada da más miedo que ella.
Da un pequeño estremecimiento, pero agradezco su intento de hacerme sentir mejor. Huele intensa