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Los dos conductores de la casa estaban admirando aquella escena caliente entre los patrones.
- La señora es muy linda para el señor Maciel.
- Demasiada arena para los pobres, ¿has visto a los ricos coger mujeres feas?
- Puede estar casado con ella, pero estoy seguro de que tarde o temprano ella va a adornar su cabeza. Si es que ya está haciendo eso, es fogosa y nueva.
- No meta a la bestia con ella Raúl, sepa quedarse en su lugar o además de engañado, saldrá desempleado y con la cara rota.
- Pues si ella me diera moral, con placer yo arriesgaría mi cuello, doña Ángela y sus baños de piscina también hacen falta.
- ¡Pervertido!
- Fresco.
Los dos se quedaron sonriendo, Amelia los vio viendo la escena y reprendió las miradas maliciosas.
- Volved a vuestro trabajo, ¿os imagináis si Maciel os coge a los dos de cháchara?
Los dos salieron, horas más tarde Elizabeth había bañado al bebé. Maciel estaba en la oficina de casa revisando documentos y Amelia verificando si la cena estaba lista