55 - Cloroformo.
Jazmín quedó aturdida por el estallido, había despertado en el momento en que la estaba subiendo a una camilla. Miró a su alrededor y vio su automóvil envuelto en llamas, con escombros esparcidos por todas partes; pero lo que le impactó, fue ver a su esposo a s lado, golpeado, y suplicándole que resista.
Llegaron al hospital, y pese a estar un poco mareada, era consciente de todo. Leandro no la abandonó en ningún momento, y no tenía la intención de hacerlo.
— ¡Vaya, parece que alguien no está contento con que me haya recuperado tan rápido! — bromeó Jazmín en voz alta, tratando de mantener el ánimo a pesar de la situación, mientras aguardaba por los resultados.
En sus ojos había reocupación, pues su bebé era importante.
Leandro, que estaba junto a ella, no pudo evitar sentir una mezcla de preocupación y exasperación.
— No es momento para bromas, Jazmín — dijo con voz tensa, ayudándola a sentarse en la cama —. Tenemos que asegurarnos de que estés bien y descubrir quién fue el responsabl