20 - Él no es buena persona, Jazmín.
Los ojos de Camila estaban lagrimosos, y pronto, una cantidad de gente comenzó a rodearlos.
— ¿Qué crees que estás haciendo, animal? — gritó la madre de Roberto, llamando la atención de todos —. ¡Suéltala! No ves que la estás asustando.
Jazmín se pone de pie alarmada, al ver lo que sucede, y se acerca hasta el hombre que tiene a su prima, y entonces ve el cuchillo en sus manos.
— Tío, suelta a mi prometida — gruñó.
— No — dijo con sequedad —. Primero dime, ¿qué pretendías hacer con ese cuchillo?
— Leandro…, ¿qué sucede? — preguntó Jazmín, mirándolo con preocupación.
— Ésta mujer, iba hacia ti con un cuchillo. No iba a dejarla avanzar, así que — Miró nuevamente a la mujer que sujetaba —, dime, ¿qué intención tenías con este cuchillo? ¿Usarlo como arma?
Roberto en ese momento se acercó, y apartó las manos de su mayor, de su prometida.
— Ten cuidado con lo que insinúes, tío. Hasta ahora te he respetado lo suficiente, como para que quieras incriminar a mí prometida — manifestó con