Por Alejo
Por fin llegó Hugo de su luna de miel.
Fuimos a almorzar, con nosotros estaba Sergio.
Cuándo comencé a requerir respuestas a mis preguntas, lo primero que dijo es que tanto a Diana como a Flor, las representó como abogado y por eso no puede hablar.
-¿A Flor?
No sé cuando la pudo representar legalmente.
-Estoy atado de pies y manos para hablar y los dos lo saben.
-Pero hay cosas que sabe mi hermana y que no me dice y hasta Valeria las sabe, porque escuchó a las chicas hablar en el baño, el día de tu casamiento.
-Diana es la mujer de mi vida.
Le dice Sergio.
-No vivo desde que la dejé de ver.
-Ella casi pierde la vida.
-¿Cómo?
Le pregunto y quiero saber la verdad.
-Les digo lo que saben varias personas, pero hay cosas que tengo que callar.
-Lo entiendo.
Le dice Sergio.
-Ayudé a Flor para que se emancipe…
Se queda pensando.
-Nunca pensé que era vos quién la vio huir esa noche, hasta le dije que podrías ser testigo y ella se puso a llorar, nunca dijo tu nombre.
-Soy el padre de