Luna estaba disfrutando de su sueño cuando a lo lejos escucho el ruido de la puerta, ella abrió los ojos y se percató que el lado de Paul estaba vació, el no fue a dormir con ella, pero al escuchar nuevamente la puerta sintió una gran alegría pensando que era él, le tiene una noticia importante.
Ella se colocó la bata y fue directo a abrir la puerta, pero sintió tristeza al darse cuenta que no era él quien estaba detrás de la puerta.
—Buenos días señorita, le he traído la comida a la habitación, la casa es un caos y no hay por donde caminar, debe de almorzar y luego ducharse, el estilista vendrá en dos horas a atenderla—
Luna se asustó por las palabras de la mujer, ¿Cómo que almuerzo? —
—Disculpa, ¿Qué horas son? Me he quedado dormida— Luna se disculpó, ella estaba perdida en el tiempo y espacio.
LA joven miró su muñeca para ver la hora exactamente —Ya es medio día señorita, a dormido tanto que se salto el desayuno— La joven le pidió el paso y entró con un carrito en donde llevaba var