Capítulo 43: La pesadilla inició.
>>> Tristan Rochette:
Yo estaba sentado al borde de la cama, sin camisa, cabizbajo, con una copa entre las manos que ya no sabía si era la primera o la cuarta, no me gustaba tomar con frecuencia, pero… Habíamos discutido antes, por lo de siempre.
Por lo que no decimos afuera, por lo que se repite adentro.
Ella se acercó sin hacer ruido y se sentó a mi lado, su muslo tocando el mío.
—¿Vamos a seguir pretendiendo que esto es suficiente? —me preguntó en voz baja, sin reclamo directo, pero con evidente dolor en sus palabras—. ¿Hasta cuándo, Tristan?
Suspiré, sin poder sostenerle la mirada… Ah, ella siempre sabía cómo "disparar" justo en mi pecho y hacerme sentir terrible.
—No es que finjamos, solo… es complicado, lo sabes.
—¿Complicado para quién? —se incorporó ella, mirándome con los ojos avellanas, húmedos de lágrimas por emerger—. ¿Para ti? ¿Porque no puedes decirle a nadie que estás conmigo? ¿Porque tengo que esconderme cuando suena tu teléfono?
—No es eso.
—Sí lo es —ella