Capítulo 39: El objetivo del CEO.
Madeleine Dubois se sentó altiva en uno de los sillones negros frente al escritorio del CEO, cruzando las piernas con elegancia, como si aún tuviera el control.
Ella comenzó a leer los documentos en sus manos.
Primero lo hizo en silencio, luego más rápido, después con el ceño cada vez más fruncido… hasta que llegó a una cláusula particular…
¡Su corazón dio un pequeño brinco, hirviendo de ira!
—¡¿Qué demonios es esto, Bastien?!
Bastien no respondió, Cédric tampoco, ambos hombres guardaron silencio.
—¡Esto no es un contrato de matrimonio! —le reclamó ella, levantándose de golpe—. Es un preacuerdo matrimonial. Dice que no será efectivo ni público hasta dentro de un año completo, y solo entonces se iniciará el proceso de boda legal. ¡Eso no fue lo que acordamos!
Bastien no se inmutó. Lentamente, se recostó en su silla, apoyó los antebrazos en los descansabrazos, y la miró con una expresión que parecía querer atravesarle el corazón como si su mirada fuese la hoja afilada de una