- ¿Así que quieres tener sexo, Caín?
- Si !Si!
- Te voy a cojer tan duro que te voy a dejar sin caminar.
Me saqué el cinturón del pantalón y lo enrolle en mi mano, después golpeé dos veces en su trasero
- ¡AH!
- Has sido un mal alumno, Caín, y eso merece un castigo - di otro azote más arriba pegando por su espalda
- M-me duele - se quejó con dolor y placer en su voz
Di otro golpe con menos fuerza en su otra nalga, los azotes no tardaron en transformarse en marcas rojas y una de ellas morada. Su cuerp