Sol se mostró tímida ante la seguridad que Lauren poseía, su jefa sonrió al verla mientras llevaba su mano al antebrazo de la secretaria.
— Eso te debe de motivar muchísimo, le darás a tu hermano una mejor vida y aunque el trabajo es más pesado pues cobrarás por ello de igual forma. Deja de ser tan testaruda y acepta de una vez.
— Muy bien — ella sonrió mientras secaba sus lágrimas — me gustaría mucho que mamá estuviera a mi lado, bueno supongo que no se puede tener de todo en esta vida y esa es una de las cosas que no puedo poseer.
— Supongo que ella falleció — Sol asintió mientras se secaba las lágrimas — lo lamento demasiado, bueno al menos ya hay algo que te haga sentir feliz. Llamaré a la señorita Natalie para decirle que tengo a su diseñadora de interiores y estoy segura que va a estar fascinada contigo.
— ¿Y si no lo está? Lauren no me quiero arriesgar a que me arrebaten algo de las manos, amo ser diseñadora de interiores pero el rechazo es una de las pocas cosas que no me encu