50 Sospechas.
Reymond no estaba de acuerdo e insistió en llamar a la policía.
—Se perderán las pruebas, no puedes arriesgarte a que Perla y Arturo escapen.
—Con mi plan no van a escapar, quiero que todos crean que estoy muerto, deseo que Perla y Arturo sean arrestados delante de todos en mi funeral, primero dejaré que disfruten y celebren mi muerte, para luego ver sus caras de asombro cuando descubran que sigo con vida.
—Pero Jeremith…
—Ese inspector amigo tuyo puede ayudarnos, quiero que él mismo venga a verme para ponerlo al tanto de todo.
El médico llegó a la habitación donde estaba Jeremith.
—Ya avisé en la clínica donde van a internarlo bajo estricta discreción, lo enviaré en una ambulancia.
—No quiero que me internen.
—Necesita hacerse varios estudios y descartar cualquier daño; no se preocupe, nadie sabrá que usted está en esa clínica. —Reymond intervino:
—Hazle caso al doctor, necesitas atención médica, recibiste el golpe en la cabeza y quién sabe cuántos más en la caída por el acantilado,