36 En la cubierta.
Llegaron al puerto y subieron al yate, este era inmenso y Perla estaba sorprendida.
—Es mucho más grande de lo que pensé.
—Si, mi papá tenía gustos extravagantes, lo mandó a hacer a su gusto, lo hizo pensando en la familia y en mi mamá.
Perla puso una cándida sonrisa, pensó en la familia de Jeremith, sabía que jamás la aprobarían como su esposa. Él la llevó a la cubierta y le enseñó todo lo que había, se acercaron al área donde estaba la piscina, también le mostró el área donde se alojaban dos lanchas y las motos de agua que el yate tenía como accesorios. Perla aún no podía imaginar tanto lujo, no comprendía el nivel de riqueza que algunos poseían, mientras que otros a duras penas podían pagar el alquiler ya cada y hacer las compras del mes, sintió que había un gran desequilibrio en el mundo; irónicamente ahora llevaba en su vientre un niño que quizás nunca iba a conocer la escasez, tal como su padre, que se le hacía tan fácil concebir tales lujos.
—¿Qué te parece?
—Muy bonito, su pa