Una semana después de haber visitado a Fernando en el hospital, supe por su secretaria que ya lo habían trasladado a su casa.
Los últimos días estuve investigando por cuenta propia sobre su condición, también consulté a un especialista y leí el testimonio de muchas personas que despertaron después de haber estado en coma, los cuáles aseguraban haber oído todo lo que ocurría a su alrededor mientras estaban inconscientes.
Para poder cuidar de él tuve que renunciar a mi trabajo en la compañía debido a que necesitaba tiempo libre, pero por suerte conseguí un empleo de medio día en una cafetería que me permitía cubrir los gastos básicos de vivienda y alimentación.
Esa tarde después de salir del trabajo me dirigí hacía la casa de Fernando para ayudar con sus cuidados, Susana no estaba como de costumbre y solo había una enfermera dentro de la habitación la cual se dirigió a la puerta en cuanto me vió entrar.
—Estaré en la cocina por si necesitas algo —yo asentí y de inmediato ella se fue dej