Estos días an sido maravillosos, Leonardo siempre a estado al pendiente de mi, preguntándome si estoy bien.
—Leonardo. —dije apenada.
—¿si preciosa? —pregunto con voz somnolienta y con los ojos cerrados. —tengo... Antojos. —dije en susurro.Pobre, estos días e tenido Antojos a toda hora y cosas no muy fáciles de encontrar.
—claro cariño, ¿que quieres? —dijo con voz dulce.
—quiero... Chocolate y una pizza de hongos. —de verdad que no querí