Antes de que el mago pueda responder, Blirka da un paso al frente.
― Es el mensajero real.
El hombre asiente con elegancia, sin mostrar el más mínimo atisbo de nerviosismo.
― Un honor presentarme ante Su Majestad. Soy el mensajero de la familia real, asignado por el Consejo para traer un mensaje urgente. ―
Blirka se dirige a Gale con voz tranquila.
― No se preocupe, Majestad. Él ha entregado mensajes a los Reyes anteriores. Puede escucharlo.
El mensajero asiente.
― Gracias. Procedo a entregar el mensaje:
“En nombre del Rey Erick y la Reina Olimpia, soberanos de Dargenthu y protectores de los ocho universos, le informo que su presencia, como Rey de los Dragones y protector de Deimos, es requerida en la próxima reunión del Consejo. Esta se celebrará en cinco días en la Ciudadela, con el fin de establecer estrategias contra el ejército oscuro.
Le advierto que su ausencia será considerada traición.”
La tensión en el aire es palpable. Blirka, con toda la diplomacia que le caracteriza, da un