Alicia caminaba por las calles, luego de bajar de un taxi, recordaba las crueles palabras de Melissa Brighton, y la mirada decepcionada de Meredith, le dolió mucho dejar al pequeño Henry, pero, ¿Qué podía hacer cuando fue echada sin contemplaciones de la mansión Brighton? Ella no podía simplemente quedarse, cuando llamaron a empleados para echarla de ahí, las lágrimas calientes cayeron por sus mejillas, sintiendo como su corazón estaba totalmente roto
«Flashback:
—¡Está m*****a mujerzuela se ha convertido en la amante de tu padre! —exclamó Melissa
Los ojos de Meredith se abrieron tan grandes y con gran estupor, ella no podía creer en eso
—¡Eso es una mentira tuya! —dijo Meredith
—Como siempre, crees lo peor de mí, pero no, tú mismo padre ayer me lo dijo, dijo que amaba a esta mujer, y por eso la defendía sobre de mí, ahora, ¿Cómo puedes pensar que tu padre es bueno? ¿Cómo? Si él también me ha sido infiel.
Alicia quería huir de esa plática tan violenta, estaba cansada de esa violencia