—Adeline… ¿qué hacías en la habitación de Jason? —preguntó Andrew, con la confusión y la incredulidad marcadas en su rostro. Sus ojos iban y venían entre ella y la puerta cerrada detrás de Adeline, tratando de comprender lo que acababa de ver.
Adeline se quedó helada, completamente muda, la mente dando vueltas en busca de una respuesta.
Un instante después, Jason apareció detrás de ella —con el torso desnudo— y se quedó paralizado al ver a Andrew de pie frente a la puerta.
La confusión de Andrew solo aumentó. Sus ojos se abrieron más, moviéndose nerviosamente entre ambos.
—Adeline, vuelve adentro —dijo Jason con calma.
Ella asintió rápidamente y regresó a la habitación.
Jason cerró la puerta tras ella y colocó una mano sobre el hombro de Andrew, guiándolo hacia el sofá de la sala.
—Andrew, ¿qué haces aquí? —preguntó Jason, frunciendo el ceño.
—He estado esperando con Will en la cancha por siglos, pero nunca apareciste. Así que vine a buscarte. ¿Lo olvidaste? Quedamos con los demás par