Mundo ficciónIniciar sesiónAdeline sirvió la comida para el abuelo Tom y para Jason. Por suerte, la ama de llaves ya había preparado todo, así que no tuvo que cocinar. Los tres comieron felices, conversando y riendo juntos.
—Jason… ¿qué tal si nos quedamos aquí unos días? Me siento muy cómoda en la casa del abuelo —preguntó Adeline con esperanza.
—Está bien —respondió Jason con una pequeña sonrisa.
—Abuelo, ¿está bien si nos quedamos a dormir aquí? —preguntó ella.
—¡Por supuesto que está bien! ¡Me haría todavía más feliz si se quedaran! —rió el abuelo Tom.







