CHRISLas imágenes en mi cabeza están borrosas, pero siempre veo a Sophie. En todos mis recuerdos está y no estoy seguro de que sea algo bueno considerando que no recuerdo nada más que su rostro y su nombre. Es como si mi cabeza supiera que todo lo demás es irrelevante, excepto ella porque ahora mismo es el recordatorio más grande que tengo de que alguna vez, tuve una vida. Ver sus hermosos ojos llorosos me da una sensación extraña en el pecho. El sentir su mano tomando la mía me deja un cosquilleo en cada parte que toca, lo que no entiendo. Es difícil para mí. —Oh por Dios, Chris... estás despierto—dice llorando, aferrándose a mi mano con fuerzas. Le doy una leve sonrisa porque por lo que veo, también es difícil para ella. —¿Es que estuve dormido? ¿Cuánto tiempo? Sorbe por su nariz, dejando ver el enorme vientre de embarazo que tiene. Eso no lo recuerdo en absoluto. —Unos días bastante obscuros, pero ya pasó lo peor. —Yo... no recuerdo nada. Veo que se pone de pie, limpiando
SOPHIEJamás creí que escuchar de la boca de Chris que no recuerda nada sobre nosotros me dolería tanto, pero lo hizo.Tengo que salir del cuarto porque a decir verdad, siento que a cada minuto que transcurre, mi pecho se va cerrando cada vez más sin embargo sé que debo regresar. Está solo con el doctor y alguien tiene que oír lo que va a pasar por lo que me armo de valor, me limpio las lágrimas y finalmente respiro profundo antes de regresar al cuarto donde el hombre que creí sería el amor de mi vida, no tiene idea de lo que está pasando.Sus ojos son los primoerso en encontrarme cuando regreso, sin embargo me concentro en el doctor quien me observa con el ceño fruncido.—¿Se siente bien, señora Marshall?Ante la mención de mi apellido, noto que Chris de inmediato voltea a verme y es que entiende a la perfección que mi nombre es el suyo, por lo tanto no es tan difícil aceptar la realidad.—Estoy bien—sorbo por la nariz—. Solo quería saber cuándo van a hacerle más estudios y si su...
CHRISLas pruebas indican algo que quizás ninguno esperaba y es que mi cerebro está bastante bien en comparación con otros casos similares. Según el doctor no debería tardar en recordar todo mi pasado, sin embargo cada que lo intento todo parece ser jodidamente difícil.Con el pasar de los días espero y espero a que algo nuevo suceda, que algo cambie en mi interior para poder recordar toda mi vida ya que es jodido no recordar ni una sola mierda, pero no puedo hacerlo. Es como si mi cerebro se negara a recordar todo lo que pasé y la razón por la que terminé en este lugar para empezar.Ni siquiera mi madre quiere decirme la verdad y eso que pensaba aprovechar que Sophie se fue a casa a dormir un rato para preguntarle todo y ver si era sincera conmigo, pero no puedo sacarle una mierda.—No entiendo por qué te niegas a decirme la verdad—comento, moviendo las piernas para ejercitar como dijo el doctor—. Además, el doctor dijo que cuanto más supiera de mi vida, mucho mejor.Ella se ríe. Es
CHRISMi madre está tan cerrada a no decirme nada que por el resto de su horario no hago ninguna pregunta más con respecto a mi pasado. En silencio he intentado varias veces en recordar cómo demonios es que terminé en este lugar, intentando hilar algo que no puedo recordar siendo este ejercicio completamente inútil.Las enfermeras vienen a revisar mis parámetros, luego a entregarme mi merienda y mi cena, y finalmente el turno de mi madre termina dando lugar a unas cuantas horas en solitario, las cuales necesito realmente.—Dios, espero que nada le haya pasado a Sophie—menciona mi madre mirando su reloj de la muñeca—. ¿Por qué estará tardando tanto?Su preocupación es contagiosa.—¿Siempre suele llegar tarde o algo así?—Jamás. Sophie es de las personas más puntuales que conozco, además nunca deja su móvil sin responder.Me acomodo en la cama, observándola con el ceño fruncido.—¿Hace cuánto intentas comunicarte con ella?—Más o menos media hora—susurra, revisando su móvil—. Hijo, en s
SOPHIEEl vestido es perfecto. En tonos rosados como yo quería, con volados románticos y con tacones que hacen juego que terminan por poner todo en perspectiva combinando a la perfección con la decoración de mi hogar, donde al fin puedo soltar un suspiro después de estar planeando esta cena por más de un mes entero. Mi visión está completa.Veo a los camareros comenzar a preparar la gran mesa para nuestros invitados, lo que me pone la piel erizada de solo pensar que será la primera vez en que damos una celebración de esta magnitud en nuestro hogar.Siempre quise ser la clase de mujer que solo se preocupa por tener la casa arreglada y mantenerse pulcra, y al fin estoy logrando eso con Chris. Gracias a él en realidad, lo que se siente genial.Intentando no emocionarme demasiado doy una caminata por la sala de mi casa buscando hasta el mínimo detalle que rompa mi visión estética. Alguna que otra cosa mínima, pequeña, pero que influye demasiado en cómo quiero que esté todo porque no piens
SOPHIE.No deja de mirarme como si fuera su peor enemiga y eso me duele, aunque también estoy bastante desconcertada poe todo lo que está pasando al ver a estas tres personas frente a mí esperando a que yo hable cuando en realidad no tengo ni idea de lo que pasa.Chris voltea a ver a su amigo, Julian.—¿Tú no vas a decir nada? ¿Te vas a quedar ahí con cara de idiota o qué carajos?Este hombre, desconocido a nivel personal, solo se encoge de hombros dejándome peor todavía.—Siempre te dije que Sophie se me hacía atractiva. No pude rechazar la oportunidad cuando se me dio, lo lamento.—¿Lo lamentas? Arruinas mi matrimonio, nuestra amistad, mi puta vida y solo puedes decir que lo lamentas.—¿De qué estás hablando?—increpo al amigo de mi esposo porque a decir verdad, puedo al menos darle el beneficio de la duda al hombre con el que compartí mi vida durante años, pero no a este imbécil que no significa nada para mí—. ¿Por qué estás mintiendo de esa manera?—Sophie... por favor, deja de fin
SOPHIEChristopher me echó. Eso no puedo dejar de pensar.El anillo en mi dedo reluce mientras estoy sentada en la parada del autobús esperando algo, no sé qué realmente porque no tengo dónde ir.Mi madre no tiene idea de lo que pasó. Creo que nadie de la familia está informado de que fui echada de mi propia casa bajo la tonta suposición de que engañé a mi esposo, cuando la verdad es que nada de eso pasó.Miro mi vientre y contengo las lágrimas que amenazan con salir. No puedo ponerme a llorar ahora porque sé que en cuanto lo haga, no me detendré, y no es momento de quedarme echa un ovillo en la cama.Tengo que solucionar mi vida. Es claro que mi esposo, quien se supone que es el hombre que me ama, no va a darme la oportunidad de explicarme, ni siquiera me va a dirigir la palabra, así que no tengo otra alternativa más que buscar dónde demonios ir para pasar la noche e incluso la semana.No quiero regresar con mi madre como si fuera una fracasada, pero no tengo opción. Cuando me encuen
SOPHIE.No recuerdo bien cuánto tiempo es que dormí, solo recuerdo despertar con un dolor físico demasiado agotador, sin embargo me levanté igual esta mañana.Mi madre se esfumó, en casa no está y por consiguiente tuve que tomar un autobús para llegar al centro de la ciudad. Bueno, no tan al centro porque no quiero ver a Chris por error en una esquina ni mucho menos, y tampoco pretendo frecuentar los lugares a los que solíamos ir juntos. No soy una maniática ni acosadora. De ser por mí ni siquiera habría salido de casa, pero el futuro me está golpeando la puerta con ganas recordándome que en poco tiempo tendré un bebé en mis brazos y debo conseguir un empleo para los meses finales donde ya no pueda trabajar.Sé que mi madre se negará a que trabaje, pero no pretendo ni voy a dejar que ella nos mantenga. Me fui de casa a los dieciocho años, no pretendo regresar siendo una carga para ella cuando sé que ya ha hecho planes para irse de vacaciones en solo un mes más.Tengo que tener mi prop