Respiro profundo y cuento hasta diez, deseando que pronto pueda hacer todo esto sin sentirme muy mal por ello. Ya que, la inseguridad es lo que más me limita al momento de decir algo o hacerlo.
Vas por buen camino, hoy has demostrado que no vas a fingir que nada pasó ni llorar todo el día en la cama. Estas dejando en el pasado a la frágil Miley y eso es bueno. Llego a mi destino y como siempre, los chicos tienen todo listo para nosotros y por eso, tomó un bloqueador, gafas e incluso una bebida, mientras ambos me saludan con lástima. Al punto de no mirarme a los ojos. — Buen día, señora. Espero que haya tenido un buen descanso.— Puedo asegurarles que tenemos el mismo tipo de descanso gracias al señor. Pero, teniendo fe que hoy será distinto. No creo que quiera beber por varios días. — digo sonriendo y ambos chicos me observan sorprendidos por mi calma, para