Dos meses después
El proceso de recuperación de Miley, era lento, pero, al fin el dolor era más soportable. Quien seguía igual de irritante y en muchas ocasiones molesta, era Miley. No ver, había impactado bastante en ella. — Miley, he llegado — informa Hunter quien por la carga del trabajo, solo podía estar con ella en las noches. Por lo que, dormía en el hospital. — ¿Por cuánto tiempo seguiremos así? — pregunta Miley frustrada— Entonces hoy estás de mal humor.— Siempre lo estoy y más me molesta que sigan viviendo, cuando pueden usar su tiempo en algo mejor. — responde Miley y Hunter suspira frustrado.— Tú puedes hacer y decir lo que desees.— Te equivocas, no puedo ver. Soy una tonta ciega que nunca más podrá maquillarse, porque un bastardo me dañó la vida. &mda