La noche había terminado, para algunos fue muy rápido mientras que para otros el sol demoró demasiado. Algunos deseosos por vivir ese nuevo día mientras que unos más con ganas de quedarse en esa noche y los placeres que la vida y protección podían ofrecer.
Para muchos de ellos, esta guerra sería el final de sus vidas pero el inicio de una más en el reino de los cielos. Todo por causa de la rivalidad familiar y el deseo de conquistar un reino lejano del cual se creían dueños. El bando de Agusto lo hacía por defensa y ciertamente habían desarrollado un sentimiento por conquistar y disfrutar de estas riquezas que eso proporciona.
Los preparativos para la batalla ya estaban listos. Los generales formaron a las tropas mientras los hombres de otras profesiones hacían lo suyo. Recoger campamentos, preparar comida, tener listas las armas, etc.
Todo con la intención de salir lo antes posible listos y preparados, ahora con la nueva estrategia diseñada.
—Mi señor buenos días.—Los generales salu