Capítulo 56: Un hombre adicto a ganar
Donovan había enviado una foto de un contrato siendo firmado, acompañada de un mensaje corto y directo:
—“Cincuenta por ciento de todo ahora es tuyo. Kenner ya está siendo llevado a casa.”
Andrews levantó la mirada hacia Aurora, un brillo desafiante en los ojos.
—¿Me vas a denunciar?
Ella abrió la boca, pero se sonrojó y desvió la mirada.
—En realidad… —mordió su labio, dudosa—. Cuando te vi tratando con Kenner, confieso que tuve miedo de que fueras a torturarme también.
Andrews parpadeó, sorprendido.
—¿¡Qué?!
—Bueno… parecías muy decidido a hacer sufrir a ese empresario.
Él cruzó los brazos, mirándola con una mezcla de desdén e incredulidad.
—¿De verdad crees que torturaría a un accionista influyente? ¿Crees que necesito eso?
Aurora entrecerró los ojos, desconfiada.
—Tú dime.
Él suspiró, exasperado.
—No tuve que levantar un dedo contra él. Kenner renunció al cincuenta por ciento de sus acciones a cambio de su propia libertad. Solo dejé claro q