Capítulo 167: Entre la vida y la tragedia
El padrastro sabía artes marciales. Andrews intentó levantarse, pero recibió una patada en el estómago y cayó de rodillas.
El padrastro giró, salvaje, y avanzó para apuñalar a Andrews, y se escucharon disparos.
El hombre cayó al suelo, contenido, herido, pero todavía vivo.
Andrews cayó de lado, con el brazo sangrando, respirando con dificultad.
—¿Está... todo bien? —preguntó uno de los guardias, acercándose.
Andrews solo asintió, intentando ponerse de pie.
—¿Ella está bien? ¿Dónde está Aurora? ¿Ya se la llevaron? —preguntó, mirando al padrastro de Aurora agonizando de dolor, sin que ningún disparo fuera letal, pero casi inconsciente.
Andrews cerró los ojos por un momento, aliviado. Luego, miró el cuerpo del hombre que durante tanto tiempo había sido una sombra en la vida de Aurora.
—Nunca más.
La fiesta de ensueño se había transformado en una pesadilla pública.
El pasillo estaba lleno. Aurora, aún inconsciente, era llevada en los brazos de